El vino es una de las bebidas más apreciadas en el mundo. Muchas personas no solo se sienten atraídas por su sabor y aroma, sino también por toda la pasión y el trabajo que implica su elaboración. Ha sido precisamente por esta razón que en los últimos años el enoturismo en Chile se ha convertido en un movimiento de gran importancia.

Las viñas están siendo cada vez más visitadas tanto por turistas nacionales como por extranjeros y gracias a esto nuestro país se está convirtiendo en una potencia comercial vinícola. Pero esta tendencia no viene sola. El enoturismo está siendo potenciado por el turismo ecológico, que es un tipo de actividades caracterizada por el respeto a la naturaleza y cuyo principio básico es la sustentabilidad.

En Viña Santa Cruz hemos sido certificados como un viñedo sustentable desde 2011. Esto se debe a que trabajamos teniendo como pauta principal el respeto por el suelo y los recursos naturales que sabemos son escasos y que por ende, debemos cuidar.

Así es un modelo de desarrollo enoturístico ambientalmente sustentable 

La tierra nos lo ha dado todo y cuando se trata del vino esta afirmación es aún más cierta. El Valle de Colchagua, donde se encuentra Viña Santa Cruz, es una zona privilegiada por la naturaleza, con una variedad de suelos, laderas y microclimas. Y es precisamente por esto que resulta ideal para las plantaciones de vid.

Para proteger estas tierras, y que además pueda seguir produciendo distintas variedades de vid, la clave está en desarrollar un concepto de vida sustentable. Ejemplo de esto es el sistema de energía 100% solar con el que contamos en Viña Santa Cruz. Se ha conseguido gracias a la instalación de dos plantas con paneles solares: una en el suelo y otra en el techo del Museo del Automóvil.

Y no es lo único que se hace en la viña para garantizar la sustentabilidad. Hasta el 70% de nuestro consumo hídrico proviene de las lluvias, ya que el agua se recolecta en tres tanques distribuidos en el campo. Además, utilizamos botellas de vidrio reciclado fabricadas en una planta con energía eólica, así como etiquetas que certifican que la tinta usada no es tóxica.

El amor por la naturaleza nos une

Una viña sustentable es sinónimo de esfuerzo, trabajo constante y responsabilidad. Y qué mejor manera de mostrarlo que a través del enoturismo. En nuestra viña, además de conocer el arte de la vinificación con cada uno de sus procesos, tiempos y métodos y dar un paseo por las bodegas y salas de barricas, también es posible disfrutar del entorno natural donde se producen nuestros vinos.

La interacción con la naturaleza y el valor de la cultura local son parte de la experiencia turística en Viña Santa Cruz. Al pasear en bicicleta por los viñedos de Lolol en el Valle de Colchagua podrás descubrir senderos rodeados de parras y observar peces y aves típicas de zona. Y al subir al teleférico podrás conocer el Cerro Chamán y en camino apreciar la belleza de los viñedos y las réplicas de las viviendas típicas que utilizaban las culturas Aymara, Mapuche y Rapa Nui.

Todo esto contribuye a conseguir una experiencia única e inolvidable para ti y enriquecedora para nuestra tierra. Entonces, no queda duda que la mejor manera de disfrutar el placer del vino y de la naturaleza es haciendo enoturismo.

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